A veces todo depende que con que gafas mires el mundo.
A mí me gusta verlo con aquellas que te lo muestran tal y como es. En ocasiones también me guste hacerme la tonta y hacer como si mis ojos estuvieran cerrados.
Como me gustaría poder volar, atravesar el cielo, correr por las nubes y amar. Amar como nunca he amado. Sentir que el corazón late a cien por hora, que los minutos no pasan, se detiene el tiempo, no respirar.